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sábado, 19 de marzo de 2011

La fe de San José




“…La gran discreción con que José desempeñó la función que Dios le encomendó hace resaltar aún más su fe, que consistió en ponerse siempre a la escucha del Señor, tratando de comprender su voluntad, para cumplirla con todo su corazón y con todas sus fuerzas. Por eso, el Evangelio lo define hombre "justo" (Mt 1, 19). En efecto, el justo es una persona que ora, vive de fe y procura hacer el bien en todas las circunstancias concretas de la vida.
La fe, sostenida por la oración: este es el tesoro más valioso que san José nos transmite. Han seguido sus huellas generaciones de padres que, con el ejemplo de una vida sencilla y laboriosa, han impreso en el alma de sus hijos el valor inestimable de la fe, sin el cual cualquier otro bien corre el riesgo de resultar vano. Desde ahora deseo asegurar una oración especial por todos los padres, en el día dedicado a ellos: pido a Dios que sean hombres de intensa vida interior, para cumplir de modo ejemplar su misión en la familia y en la sociedad…”.

lunes, 17 de enero de 2011

lunes, 13 de diciembre de 2010

El Papa alienta la recuperación de la música sacra para la liturgia

VATICANO, 05 Dic. 05 / 10:38 am (ACI)

En un breve mensaje dirigido a los participantes de la Jornada de Estudio sobre la Música sacra que se celebró en el Vaticano por iniciativa de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Papa Benedicto XVI  llamó a recuperar la música sagrada para la liturgia.

En el mensaje, dirigido al Cardenal Francis Arinze, Prefecto del Dicasterio, el Santo Padre observa que la jornada “corresponde a la voluntad del venerado Juan Pablo II, que en el quirógrafo emanado con ocasión del centenario del motu proprio ‘Tra le sollecitudini’, pidió a ese dicasterio que intensificase la atención al sector de la música sacra litúrgica”.

“Haciendo mía la intención de mi amado predecesor –sigue el Santo Padre– deseo alentar a los cultores de la música sacra para que prosigan ese camino. Es importante estimular, como pretende también este simposio, la reflexión y la confrontación sobre la relación entre música y liturgia, vigilando siempre sobre la praxis y la experimentación, en constante entendimiento y colaboración con las conferencias episcopales de las diversas naciones”.

domingo, 31 de octubre de 2010

"El triunfo del amor"

Homilía de S.S. Juan Pablo II en la Solemnidad de Cristo Rey de 1999

1. «Se sentará en el trono de su gloria» (Mt 25, 31).

La solemnidad litúrgica de hoy se centra en Cristo, Rey del universo, Pantocrátor, como resplandece en el ábside de las antiguas basílicas cristianas. Contemplamos esa majestuosa imagen en este último domingo del año litúrgico.

La realeza de Jesucristo es, según los criterios del mundo, paradójica: es el triunfo del amor, que se realiza en el misterio de la encarnación, pasión, muerte y resurrección del Hijo de Dios. Esta realeza salvífica se revela plenamente en el sacrificio de la cruz, acto supremo de misericordia, en el que se lleva a cabo al mismo tiempo la salvación del mundo y su juicio.

Todo cristiano participa en la realeza de Cristo. En el bautismo, junto con la gracia interior, recibe el impulso a hacer de su existencia un don gratuito y generoso a Dios y a sus hermanos. Esto se manifiesta con gran elocuencia en el testimonio de los santos y las santas, que son modelos de humanidad renovada por el amor divino. Entre ellos, a partir de hoy incluimos con alegría a Cirilo Bertrán y sus ocho compañeros, a Inocencio de la Inmaculada, a Benito Menni y a Tomás de Cori.

2. «Cristo tiene que reinar» hemos escuchado de san Pablo en la segunda lectura. El reinado de Cristo se va construyendo ya en esta tierra mediante el servicio al prójimo, luchando contra el mal, el sufrimiento y las miserias humanas hasta aniquilar la muerte. La fe en Cristo resucitado hace posible el compromiso y la entrega de tantos hombres y mujeres en la transformación del mundo, para devolverlo al Padre: «Así Dios será todo para todos».

Este mismo compromiso es el que animó al hermano Cirilo Bertran y a sus siete compañeros, Hermanos de las Escuelas Cristianas del Colegio «Nuestra Señora de Covadonga», que habiendo nacido en tierras españolas y uno de ellos en Argentina, coronaron sus vidas con el martirio en Turón (Asturias) en 1934, junto con el padre pasionista Inocencio de la Inmaculada. No temiendo derramar su sangre por Cristo, vencieron a la muerte y participan ahora de la gloria en el reino de Dios. Por eso, hoy tengo la alegría de inscribirlos en el catálogo de los santos, proponiéndolos a la Iglesia universal como modelos de vida cristiana e intercesores nuestros ante Dios.

Al grupo de los mártires de Turón se añade el hermano Jaime Hilario, de la misma Congregación religiosa, y que fue asesinado en Tarragona tres años más tarde. Perdonando a los que lo iban a matar, exclamó. «Amigos, morir por Cristo es reinar».

Todos ellos, como cuentan los testigos, se prepararon a la muerte como
habían vivido: con la oración perseverante, en espíritu de fraternidad, sin disimular su condición de religiosos, con la firmeza propia de quien se sabe ciudadano del cielo. No son héroes de una guerra humana en la que no participaron, sino que fueron educadores de la juventud. Por su condición de consagrados y maestros afrontaron su trágico destino como auténtico testimonio de fe, dando con su martirio la última lección de su vida. Que su ejemplo y su intercesión lleguen a toda la familia lasaliana y a la Iglesia entera.

3. «Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo, (...) porque estuve enfermo y me visitasteis» (Mt 25, 34.36). Estas palabras del evangelio proclamado hoy le serán sin duda familiares a Benito Menni, sacerdote de la orden de San Juan de Dios. Su dedicación a los enfermos, vivida según el carisma hospitalario, guió su existencia.

Su espiritualidad surge de la propia experiencia del amor que Dios le tiene. Gran devoto del Corazón de Jesús, Rey de cielos y tierra, y de la Virgen María, encuentra en ellos la fuerza para su dedicación caritativa a los demás, sobre todo a los que sufren: ancianos, niños escrofulosos y poliomielíticos y enfermos mentales. Su servicio a la orden y a la sociedad lo realizó con humildad desde la hospitalidad, con una integridad intachable, que lo convierte en modelo para muchos. Promovió diversas iniciativas, orientando a algunas jóvenes que formarían el primer núcleo del nuevo instituto religioso, fundando en Ciempozuelos (Madrid): las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús. Su espíritu de oración lo llevó a profundizar en el misterio pascual de Cristo, fuente de comprensión del sufrimiento humano y camino para la resurrección. En este día de Cristo Rey, san Benito Menni ilumina con el ejemplo de su vida a quienes quieren seguir las huellas del Maestro por los caminos de la acogida y la hospitalidad.

4. «Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas y las cuidaré» (Ez 34, 11). Tomás de Cori, sacerdote de la orden de los Frailes Menores, fue imagen viva del buen Pastor. Como guía amoroso, supo conducir a los hermanos encomendados a su cuidado hacía las verdes praderas de la fe, animado siempre por el ideal franciscano.

En el convento mostraba su espíritu de caridad, siempre disponible para cualquier tarea, incluidas las más humildes. Vivió la realeza del amor y del servicio, según la lógica de Cristo que, como canta la liturgia de hoy, «se ofreció a sí mismo como víctima perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumando el misterio de la redención humana» (Prefacio de Jesucristo, Rey del universo).

Como auténtico discípulo del Poverello de Asís, santo Tomás de Cori fue obediente a Cristo, Rey del universo. Meditó y encarnó en su existencia la exigencia evangélica de la pobreza y la entrega de sí a Dios y al prójimo. De este modo, toda su vida aparece como signo del Evangelio y testimonio del amor del Padre celestial, revelado en Cristo y operante en el Espíritu Santo, para la salvación del hombre.

5.Demos gracias a Dios que, a lo largo de los senderos del tiempo, no deja de suscitar luminosos testigos de su reino de justicia y paz. Los doce nuevos santos, a los que hoy tengo la alegría de proponer a la veneración del pueblo de Dios, nos indican el camino que debemos recorrer para llegar preparados al gran jubileo del año 2000. En efecto, no es difícil reconocer en su ejemplaridad algunos elementos que caracterizan el acontecimiento jubilar. Pienso, en particular, en el martirio y en la caridad (cf. Incarnationis mysterium, 12-13). Más en general, esta celebración nos recuerda el gran misterio de la comunión de los santos, fundamento del otro elemento característico del jubileo, que es la indulgencia (cf. ib., 9-10).
Los santos nos señalan el camino del reino de los cielos, el camino del Evangelio aceptado radicalmente. Al mismo tiempo, sostienen nuestra serena certeza de que toda realidad creada encuentra en Cristo su cumplimiento y que, gracias a él, el universo será entregado a Dios Padre plenamente renovado y reconciliado en el amor.

Que san Cirilo Bertrán y sus ocho compañeros, san Inocencio de la Inmaculada, san Benito Menni y santo Tomás de Cori nos ayuden también a nosotros a recorrer este camino de perfección espiritual. Nos sostenga y proteja siempre María, Reina de todos los santos, a quien precisamente hoy contemplamos en su presentación en el Templo. Ojalá que, siguiendo su ejemplo, también nosotros colaboremos fielmente en el misterio de la redención. Amén.

martes, 26 de octubre de 2010

2 cantos a Cristo Rey

Tú Reinarás

Tú reinarás, este es el grito
que ardiente exhalan nuestra fe
Tú reinarás, oh Rey Bendito
pues tú dijiste ¡Reinaré!

Coro:
Reine Jesús por siempre
Reine su corazón
en nuestra patria,
en nuestro suelo
que es de María
la nación

Tu reinarás, dulce esperanza,
que el alma llena de placer;
habrá por fin paz y bonanza,
felicidad habrá doquier

Tu reinarás en este suelo,
te prometemos nuestro amor,
Oh buen Jesús, danos consuelo
en este valle de dolor

Tú reinarás, Reina y ahora,
en esta casa y población
ten compasión del que implora
y acude a ti en la aflicción.


Tú reinarás toda la vida
trabajaremos con gran fe
en realizar y ver cumplida
la gran promesa: ¡Reinaré!

Que viva mi Cristo

Que viva mi Cristo que viva mi rey
Que impere doquiera triunfante su ley
Que impere doquiera triunfante su ley
Viva Cristo Rey. Viva Cristo Rey.

Mexicanos un Padre tenemos
Que nos dio la patria la unión
A ese Padre gozosos antemos,
Empuñando con fe su pendón

El formó con voz hacedora
cuanto existe debajo del sol
De la inercia y la nada incolora
formó luz en candente arrebol

Nuestra Patria, la Patria querida,
que arrulló nuestra cuna al nacer
A Él le debe cuanto es en la vida
Sobretodo el que sepa creer

Del Anahuac inculto y sangriento,
en arranque sublime de amor,
formó un pueblo, al calor de su aliento
que lo aclame con fe y con valor


Su realeza proclame doquiera
este pueblo que en el Tepeyac,
tiene enhiesta su blanca bandera,
a sus padres la rica heredad

En vano que cruel enemigo
nuestro Cristo pretende humillar
de este rey llevarán el castigo
los que intenten su nombre ultrajar.

viernes, 15 de octubre de 2010

De Santa Teresa de Ávila

Nada turbe,
Nada te espante,
todo se pasa,
Dios no se muda;
la paciencia
todo lo alcanza;
quien a Dios tiene
nada le falta:
Sólo Dios basta.

Eleva tu pensamiento,
al cielo sube,
por nada te acongojes,
nada te turbe.

A Jesucristo sigue
con pecho grande,
y, venga lo que venga,
nada te espante.

¿Ves la gloria del mundo?
Es gloria vana;
nada tiene de estable,
todo se pasa.

Aspira a lo celeste,
que siempre dura;
fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.

Ámala cual merece
bondad inmensa;
pero no hay amor fino
sin la paciencia.

Confianza y fe viva
mantenga el alma,
que quien cree y espera
todo lo alcanza.

Del infierno acosado
aunque se viere,
burlará sus furores
quien a Dios tiene.

Vénganle desamparos,
cruces, desgracias;
siendo Dios tu tesoro
nada te falta.

Id, pues, bienes del mundo;
id dichas vanas;
aunque todo lo pierda,
sólo Dios basta.

sábado, 2 de octubre de 2010

Con motivo de los Santos Ángeles Custodios

San Bernardo (1091-1153), monje cisterciense y doctor de la Iglesia
12avo sermón sobre el salmo 90


«Te llevarán en sus palmas» (Sl 90,12)

     «A sus ángeles ha dado órdenes para que te guarden en tus caminos» (Sl 90,11). ¡Cuánto respeto debe infundirte esta palabra... por la presencia de tu ángel bueno! Cuánta confianza debe inspirarte puesto que Dios se preocupa que seas custodiado. Pon particular atención a todo lo que haces puesto que los ángeles están presentes en todas tus decisiones tal como Dios se lo ha mandado. En cualquier lugar que te halles, en cualquier rincón que estés, ten siempre una gran devoción a tu buen ángel... ¿Dudarás de su presencia en todo lo que haces aunque no lo veas? ¡Cuánto respeto te infundiría si lo escucharas, si lo tocaras, si lo sintieras cerca de ti!

     Sé consciente de que no es sólo la vista la que te da la certeza de la presencia de las cosas; no todo lo que es presente y corporal puede ser captado por la vista. ¡Cuánto más, entonces, los seres espirituales están lejos de ser captados por nuestros sentidos y sólo pueden ser buscados y encontrados a través de medios espirituales! Si preguntas a la fe ¿no te da la certeza que tu buen ángel está siempre presente? Sí, lo aseguro, la fe te da prueba de ello, porque según el apóstol, la fe es prueba y convicción de las realidades que no se ven (Hb 11,1). Ten por cierto que nuestros buenos ángeles están siempre contigo, no solamente con nosotros, sino para nosotros. Están cerca de nosotros para protegernos y para servirnos.

     ¿Cómo pagarás al Señor todo el bien que te ha hecho? (Sl 115,12). A él solo sea el honor y la gloria, puesto que es él quien ha mandado a sus ángeles que nos guarden; él es quien nos los ha dado. Todo don perfecto sólo puede venir de arriba (St 1,17).

martes, 21 de septiembre de 2010

Con motivo de la Fiesta de San Mateo, apóstol y evangelista

Hoy la liturgia nos invita a celebrar a San Mateo, quien se convirtió y dejó todo para seguir a Cristo, escribió el Evangelio y algunas tradiciones afirman que fue martirizado en Etiopía.
UNA DE LAS PRIMERAS ATESTACIONES HISTÓRICAS DE LOS EVANGELISTAS

Los apóstoles, que poseían todos de manera igual y cada uno en particular, la Buena Noticia de Dios, se fueron hasta los confines de la tierra proclamando la buena noticia de los bienes que Dios nos envía y anunciando a los hombres la paz del cielo (Lc 2,14). Precisamente Mateo, hizo aparecer en su propia lengua, una forma escrita de evangelio dirigida a los Hebreos, justamente cuando Pedro y Pablo evangelizaban Roma y fundaban allí la Iglesia. Después de su muerte, Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro (1P 5,13), también por escrito nos transmitió la predicación de Pedro. E igualmente Lucas, el compañero de Pablo, consignó en un libro el evangelio que éste predicaba. Mas adelante Juan, el discípulo del Señor, el que reclinó su cabeza sobre su pecho (Jn 13,25), publicó también, durante su estancia en Éfeso, el evangelio.

En su evangelio, Mateo nos narra la generación de Cristo como hombre: «Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán: el nacimiento de Jesucristo fue de esta manera» (Mt 1,1-18). Este evangelio presenta pues a Cristo bajo su forma humana; por eso en él Cristo se presenta siempre con sentimientos de humildad y siempre como hombre benigno... El apóstol Mateo sólo conoce a un único y mismo Dios que prometió a Abrahán que multiplicaría su descendencia como las estrellas del cielo (Gn 15,5) y que a través de su Hijo, Jesucristo, nos llama a pasar del culto a las piedras a su conocimiento (Mt 3,9), de manera que «el que no era un pueblo pasa a ser su pueblo, y la que no era amada se convierte en la amada» (Os 2,25 ; Rm 9,25).

De San Ireneo de Lión (hacia 130-hacia 208), obispo, teólogo y mártir: "Contra las herejías", III, 11,8; 9,1

Ver más en El Evangelio del Día

jueves, 19 de agosto de 2010

S.S. Benedicto XVI nos habla de San Pío X

El Papa, hablándonos sobre la reforma litúrgica de San Pío X, dice así:

-Notable atención dedicó a la reforma de la Liturgia, en particular de la música sacra, para llevar a los fieles a una vida de oración más profunda y a una participación en los Sacramentos más plena. En el Motu Proprio Tra le sollecitudini (1903), afirma que el verdadero espíritu cristiano tiene su primera e indispensable fuente en la participación activa en los sacrosantos misterios y en la oración pública y solemne de la Iglesia (cfr ASS 36[1903], 531). Por esto recomendó acercarse a menudo a los Sacramentos, favoreciendo la frecuencia cotidiana a la Santa Comunión, bien preparados, y anticipando oportunamente la Primera Comunión de los niños hacia los siete años de edad, “cuando el niño comienza a razonar”: dice así. (cfr S. Congr. de Sacramentis, Decretum Quam singulari : AAS 2[1910], 582).

Luego, recalcando nuestra vocación a la santidad, según el rol que ejerza cada uno, nos dice:

-Queridos hermanos y hermanas, san Pío X nos enseña a todos que en la base de nuestra acción apostólica, en los diversos campos en que trabajamos, debe haber siempre una íntima unión personal con Cristo, que hay que cultivar y acrecentar día tras día. Éste es el núcleo de toda su enseñanza, de todo su compromiso pastoral. Sólo si estamos enamorados del Señor, seremos capaces de llevar a los hombres a Dios y abrirles a Su amor misericordioso, y abrir así el mundo a la misericordia de Dios.

Fuente:
Secretum meum mihi
Ver más en la fuente

viernes, 13 de agosto de 2010

Meditación con motivo de la Asunción de la Ssma. Virgen María (el Tránsito)


Apoc. 12, 1

Signum magnum apparuit in caelo: mulier amicta sole, et luna sub pedibus eius, et in capite eius corona stellarum duodecim.

Ps. 97, 1 Cantate Domino canticum novum: quia mirabilia fecit.

V. Gloria Patri.


San Juan nos habla de un signo maravilloso: la Mujer vestida de sol, es decir, llena de luz, llena de Cristo, llena de gracia, llena de virtud. Recordemos que Cristo se reconoce a sí mismo como la luz del mundo, y nosotros estamos llamados a ser portadores de esa luz. Si te cuesta serlo, ahí tienes a María Santísima, portadora por excelencia del "Sol que nace de lo alto" (San Lucas 1, 78), que te ayuda a llevar esa luz a los hermanos, como lo hizo a Santa Isabel, a quien le proclamó las maravillas del Señor.

Esta misma Mujer, lleva la Luna bajo sus pies, es decir, fue elevada muy alto: sobre la Creación. Si quieres alcanzar la grandeza, hazte el más pequeño de todos, como lo hizo la Santísima Virgen, quien se reconoció como la humilde esclava del Señor (San Lucas 1, 38), y fue favorecida por Él. Por eso: "Hazte pequeño en las grandezas humanas y alcanzarás el favor de Dios, que revela sus secretos a los humildes" (Eclesiástico 3, 17). Si quieres ser un buen líder, entrégate como María al Señor.

Ella lleva la Corona con doce estrellas, como la Reina de los Apóstoles y de la Iglesia, símbolo de su unidad, que tanto que hay que buscar. Ella fue "coronada como Reina y Madre de todo lo creado" (5to Misterio de Gloria del Santo Rosario), por eso, compartiendo todos una misma Reina y Madre, debemos ser caritativos y fraternos entre nosotros, según la voluntad de Cristo. Debemos luchar para que nuestras coronas sean todas para Nuestro Señor, como María, que todas sus potencias son para Él, y para su Reino.

"Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas" (Salmo 97, 1) en su humilde esclava, y en todos sus hijos. Nuestro Señor nos permite estar en su presencia, y nos abre las puertas del Cielo sin ningún mérito: es Él quien nos ha adoptado como hijos suyos y nos ha preparado una habitación para cada uno en su Morada.

El salmo nos habla de la cercanía de la Reina con el Señor: María, que lo llevó en su vientre, en su corazón, y estuvo a su lado durante 30 años, y en la prueba final de la Cruz estuvo a sus pies, nos invita a estar cerca de su Hijo, para poderlo contemplar cara a cara: Ella en el Cielo ahora, muy cerca de Él, intercede por nosotros, y alaba a Dios.

Alleluia, alleluia.

V. Assumpta est Maria in caelum: gaudet exercitus Angelorum.

Alleluia.


DEO OMNIS GLORIA!

Lo que está en negrita son el Introito y el Aleluya-Gradual de la Asunción de la Santísima Virgen María, según la Forma Tradicional del Rito Romano.

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martes, 10 de agosto de 2010

San Lorenzo, ruega por nosotros

Sobre su vida

Su caridad:

Cuando comenzó la persecución de Valeriano, el mismo Papa, al ser arrestado y llevado al martirio, haya encargado a su diácono que distribuyera a los pobres cuanto él tenía. Cuando el emperador –se lee en la Passio- impuso a Lorenzo que le entregara los tesoros de los que había oído hablar, este reunió ante Valeriano un grupo de indigentes y exclamó: “¡He aquí nuestros tesoros, que nunca disminuyen, y que siempre producen y los puedes encontrar en todas partes!”.

Sobre su martirio:

Colocado sobre la parrilla ardiente y ya rojo como un tizón, tuvo la fuerza de bromear: “Miren, por esta parte ya estoy cocinado. Pueden voltearme”. El Papa San Dámaso recuerda el heroico testimonio de fe que dio el mártir: “Verbera, carnefices,flammas, tormenta, catenas…”: los látigos, los verdugos, las llamas, las cadenas nada pudieron contra la fe de Lorenzo. El Papa, que “admiraba las virtudes del glorioso mártir”, le erigió la segunda iglesia, sobre las ruinas del teatro de Pompeyo, haciendo para él la primera excepción: ningún mártir había tenido, antes de él, una iglesia en un lugar distinto a su martirio. (1)

San Agustín (354-430), obispo de Hipona (África del Norte) y doctor de la Iglesia: Sermón 305

Vuestra fe, hermanos, reconoce a ese grano caído en tierra, ese grano que la muerte ha multiplicado. Vuestra fe le reconoce porque habita en vuestros corazones. Ningún cristiano duda en creer lo que Cristo ha dicho de sí mismo. Pero una vez que este grano ha muerto y se ha multiplicado, muchos granos han caído en tierra. San Lorenzo es uno de ellos, y nosotros celebramos hoy el día en que fue sembrado. Vemos qué inmensa cosecha ha nacido de todos esos granos esparcidos por toda la tierra; y este espectáculo nos llena de gozo si, no obstante y por la gracia de Dios, pertenecemos a su granero.

Porque todo no todo lo que forma parte de la cosecha entra en el granero: es la misma lluvia, útil y fecunda, la que hace crecer tanto el grano como la paja, y nadie entroja a los dos en el mismo granero. Para nosotros ahora es el tiempo de escoger... Escuchadme pues, granos sagrados, porque no dudo que muchos de vosotros lo sois... Escuchadme, o mejor aún, escuchad en mí a aquel que, se nombró primero a sí mismo, buen grano. No améis vuestra vida en este mundo. Si verdaderamente os amáis, no améis así vuestra vida y entonces la salvaréis... «El que ama su propia vida en este mundo la perderá». Es el buen grano quien lo dice, el grano que fue echado en tierra y que murió para dar mucho fruto. Escuchadle, porque lo que ha dicho lo ha hecho. Él nos instruye y, con su ejemplo, nos enseña el camino.

Cristo no estuvo agarrado a la vida de este mundo; vino a este mundo para despojarse de sí mismo, para dar su vida y retomarla cuando quisiera... Es verdadero Dios y verdadero hombre, hombre sin pecado para quitar el pecado del mundo, revestido de un poder tan grande que pudo decir con toda verdad: «Yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla» (Jn 10,18). (2)
Fuentes:

jueves, 24 de junio de 2010

24 de junio: Nacimiento de San Juan Bautista

Sagrado precursor de Cristo, que santificado en el vientre de vuestra madre, fuiste la admiración del mundo en el ejercicio de las virtudes y en los privilegios con que te enriqueció Dios. Ángel en la castidad, apóstol en el celo y predicación, y mártir en la constancia con que por reprender al incestuoso Herodes ofrecisteis la cabeza al cuchillo, y en las luces sobrenaturales de que te dotó el cielo, profeta del que llegó a decir el mismo Cristo: "Entre los nacidos de las mujeres ninguno mayor que Juan Bautista"; suplica al Señor que:

por tu penitencia me haga mortificado,
por tu soledad, recogido,
por tu silencio, callado,
casto por tu virginidad,
espiritual por tu contemplación,
e invencible a mis pasiones por la victoria que tu alcanzaste de tus enemigos, para que logre verte en la patria eterna. Amén.

sábado, 12 de junio de 2010

El agua en la liturgia

Significado

El agua es un elemento indispensable para la vida, por eso su simbolismo es muy rico (...) El agua empleada en la liturgia nos enseña que la gracia de Dios es para nosotros como el agua, como la lluvia, como un río: nos da la vida. Podríamos imaginar la vida divina como una inmensa fuente – infinita y eterna – que brota de Dios y hace nacer toda vida, la riega y la hace crecer. Por eso Jesús le dice a la samaritana: "El agua que yo te daré se convertirá en el manantial que brotará hasta la vida eterna" (Jn. 4,14).

(...)

La usamos en la vida corriente para lavar, para limpiar. El salmo 50 dice expresivamente:

"Lávame, Señor, y quedaré limpio,
purifícame y quedaré
más blanco que la nieve".

(...)

En la misa se agregan al vino unas gotas de agua. Se simboliza con ello, la unión en Cristo de la naturaleza humana y la divina y también nuestra unión a Cristo que se ofrece en el "sacrificio del altar".(1)

Tipos de agua empleados en la liturgia

El agua bautismal se consagra el Sábado Santo y la vigilia de Pentecostés; está mezclada con los santos Oleos.

El agua lustral es el agua conocida generalmente con el nombre de agua bendita; se la usa en las aspersiones comunes.

El agua gregoriana se compone de agua, sal, vino y ceniza y se usa únicamente en la consagración de iglesias.(2)

Antífonas para la Aspersión del Agua Bendita

-Asperges me
-Vidi aquam

Fuentes

1: SAN PABLO, "El simbolismo del agua"
2: De Una Voce Casablanca, "Los elementos naturales en la liturgia"

jueves, 20 de mayo de 2010

San Bernardino, ruega por nosotros



Servidor de Jesucristo, hijo de María, seguidor de Francisco de Asís, predicador de la conversión, amante del Santo Nombre del Señor, ruega por nosotros ahora y siempre, y ayúdanos a seguir en el camino de la santidad.

Amén.

Imagen tomada de Monover

domingo, 16 de mayo de 2010

"En la Ascensión" de Fray Luis de León

Con motivo de la Ascención del Señor, les oofrezo esta oda.

¿Y dejas, Pastor santo,
tu grey en este valle hondo, escuro,
con soledad y llanto;
y tú, rompiendo el puro
aire, ¿te vas al inmortal seguro?

Los antes bienhadados,
y los agora tristes y afligidos,
a tus pechos criados,
de ti desposeídos,
¿a dó convertirán ya sus sentidos?

¿Qué mirarán los ojos
que vieron de tu rostro la hermosura,
que no les sea enojos?
Quien oyó tu dulzura,
¿qué no tendrá por sordo y desventura?

Aqueste mar turbado,
¿quién le pondrá ya freno? ¿Quién concierto
al viento fiero, airado?
Estando tú encubierto,
¿qué norte guiará la nave al puerto?

¡Ay!, nube, envidiosa
aun deste breve gozo, ¿qué te aquejas?
¿Dó vuelas presurosa?
¡Cuán rica tú te alejas!
¡Cuán pobres y cuán ciegos, ay, nos dejas!

Fuente: Una Voce Casablanca

domingo, 9 de mayo de 2010

El Crucifijo en su lugar

La Buhardilla de Jerónimo ha publicado una entrada sobre el Crucifijo en el centro del altar. He aquí algunos fragmentos:

"El Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, en el n. 218, hace la pregunta: “¿Qué es la liturgia?”; y responde:

“La liturgia es la celebración del Misterio de Cristo y en particular de su Misterio Pascual. Mediante el ejercicio de la función sacerdotal de Jesucristo, se manifiesta y realiza en ella, a través de signos, la santificación de los hombres; y el Cuerpo Místico de Cristo, esto es la Cabeza y sus miembros, ejerce el culto público que se debe a Dios”."

"La centralidad del crucifijo en la celebración del culto divino se resaltaba mucho más en el pasado, cuando estaba vigente la costumbre de que tanto el sacerdote como los fieles se dirigieran durante la celebración eucarística hacia el crucifijo, puesto en el centro, sobre el altar, que normalmente estaba adosado a la pared. Por la actual costumbre de celebrar “hacia el pueblo”, con frecuencia el crucifijo es hoy colocado a un lado del altar, perdiendo de este modo la posición central."

"Siendo Papa, Benedicto XVI, en el prefacio al primer volumen de sus Gesammelte Schriften, se ha dicho feliz por el hecho de que cada vez más se está abriendo camino la propuesta que él había hecho en su célebre ensayo Introducción al espíritu de la liturgia. Tal propuesta consistía en la sugerencia de “no proceder a nuevas transformaciones sino poner simplemente la cruz en el centro del altar, hacia la cual pueden mirar juntos el sacerdote y los fieles, para dejarse así conducir hacia el Señor, al cual todos juntos oramos”."

lunes, 29 de marzo de 2010

Domingo de Ramos

Queridos lectores:

Ayer, celebramos la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén, iniciando así, la Semana Santa. Acompañamos el camino gozoso y doloroso del Señor en Jerusalén.

Veremos tres aspectos de esta entrada: el burro, el ramo, y Jerusalén.

Nosotros estamos llamados a ser el burro: llamados a ser un instrumento de Cristo, llamados a ser un trono de Cristo, llamados a estar cerca de Él, a ir donde Él vaya. Que Cristo no pase por nosotros de forma pasajera, sino que siempre estemos dispuestos a servirlo.(1)

Nosotros estamos llamdos a ser esos ramos: de color verde, el color de la vida, esos ramos con que Jesús era aclamado por el pueblo. Que nuestra fe este siempre viva, y no sea como el ramo que se marchita; que nuestra alma sea una continua alabanza a Cristo.(2)

Nosotros estamos llamados a ser esa Jerusalén en la que Jesús entra. Que no seamos esa Jerusalén que lo crucificó.

Benedictus qui venit in Nomine Domini!

Referencias

1 y 2: Algunas cosas de estos dos párrafos, fueron tomadas de homilías de Misa. Una de un sacerdote llamado Cecilio y otra de un sacerdote llamado Rafael, respectivamente.

jueves, 25 de marzo de 2010

25 de marzo: Anunciación del Señor



Hoy celebramos la Anunciación del Señor, cuando el Verbo se hace carne y habita entre nosotros.

En Ti

En Ti, Hija de Sión,
Mujer de la Creación,
Alba de la Redención,
el Señor se encarnó.

En Ti, Trono de Jesús,
Fecunda en Virginidad,
Gran Sagrario de la Luz,
Dios nos muestra su humildad

En Ti, oh Mística Flor,
Hermosura del Señor,
Templo del Divino Amor,
nos alegra el Creador

miércoles, 24 de marzo de 2010

Prefacio de la Santa Cruz

El Domingo 22 fue el primer domingo de Pasión. El Tiempo de Pasión corresponde a las dos últimas semanas de Cuaresma; en este tiempo:

-Se mantienen las normas de la Cuaresma,
-Se suprime el salmo Iudica de las oraciones al pie del altar
-Se suprime el Gloria Patri del Introito
-Se suprime el Gloria Patri del salmo Lavabo.
-En las misas no se inciensa ni las imágenes de los santos, ni sus reliquias.
-Las imágenes y la cruz del altar han de estar cubiertos con velos morados.
-Se dice el Prefacio de la Santa Cruz, que es el siguiente:(1)


Vere dignum et iustum est,
aequum et salutare,
nos tibi semper et ubique gratias agere:
Domine, sancte Pater, omnipotens aeterne Deus:

Qui salutem humani generis in ligno Crucis constituisti:
ut, unde mors oriebatur,
inde vita resurgeret:
et, qui in ligno vincebat,
in ligno quoque vinceretur:
per Christum Dominum nostrum.

Per quem maiestatem tuam laudant Angeli,
adorant Dominationes, tremunt Potestates,
coeli, coelorumque Virtutes,
ac beata Seraphim,
socia exsultatione concelebrant.
Cum quibus et nostras voces, ut admitti iubeas,
deprecamur, supplici conffesione dicentes:

Sanctus, sanctus, sanctus...

Traducción

Verdaderamante es digno y justo,
equitativo y saludable,
el darte gracias en todo tiempo y lugar.
Señor, Santo Padre. Dios Todopoderoso y Eterno:

Que pusiste la salvación del géenro humano en el árbol de la Cruz,
para que de donde salió la muerte,
de allí renaciese la vida,
y el que en un árbol venció,
en un árbol fuese vencido;
por Cristo, Nuestro Señor.

Por quien los Ángeles alaban tu Majestad,
las Dominaciones la adoran, tiemblan las Potestades,
los cielos y las Virtudes de los cielos,
y los serafines,
con recíproca alegría la celebran.
Rogámoste, que con sus alabanzas, recibas las nuestras,
diciendo con humilde confesión:

Santo, santo, santo...

Referencias:
1: Una Voce, Casablanca

martes, 23 de marzo de 2010

Mons. Nicola Bux: "La sagra liturgia es el tiempo y el lugar en que, con seguridad, Dios va al encuentro del hombre"

Ofrezco parte de la traducción-realizada por La Buhardilla de Jerónimo-de la entrevista que Antonio Gasparri ha realizado a Monseñor Nicola Bux y que fue publicada el pasado viernes en la edición italiana de Zenit. Aquí presento, tan sólo unos fragmentos de lo que señaló Gasparri.

"La sagrada liturgia es el tiempo y el lugar en que, con seguridad, Dios va al encuentro del hombre. Por lo tanto, el método para entrar en relación con Él es precisamente el de rendirle culto: Él nos habla y nosotros le respondemos; le damos gracias y Él se comunica a nosotros. El culto, del latín colere, cultivar una relación importante, pertenece al sentido religioso del hombre, en toda religión desde los orígenes."

"Si innovar significa favorecer la instauratio de la que hablaba, es precisamente de lo que tenemos necesidad; como también si traditio significa custodiar el depósito revelado sedimentado también en la liturgia. Si, en cambio, innovar quiere decir transformar la liturgia de obra de Dios en acción humana, oscilando entre un gusto arcaico que quiere conservar sólo los aspectos que agradan y un conformismo a la moda del momento, vamos fuera de camino; o por el contrario, ser conservadores de tradiciones meramente humanas que se han superpuesto a modo de incrustaciones en el cuadro, no permitiendo ya captar la armonía del conjunto. En realidad, los dos opuestos terminan por coincidir y revelar la contradicción."

"La liturgia, término que en griego indica la acción ritual de un pueblo que celebra, por ejemplo, sus glorias, como ocurría en Atenas o como ocurre todavía hoy para la inauguración de las Olimpiadas u otras manifestaciones civiles, evidentemente es producida por el hombre. La sagrada liturgia tiene este atributo porque no es a nuestra imagen – en tal caso, el culto sería idolátrico, es decir, creado por nuestras manos – sino que es hecha por el Señor omnipotente: en el Antiguo Testamento, con su presencia indicaba a Moisés cómo debía predisponer en los mínimos detalles el culto al Dios único y verdadero, junto a su hermano Aarón. En el Nuevo Testamento, Jesús hizo otro tanto al defender el verdadero culto echando a los mercaderes del Templo y dando a los Apóstoles las disposiciones para la Cena pascual. La tradición apostólica ha recibido y relanzado el mandato de Jesucristo. Por lo tanto, la liturgia es sagrada, como dice Occidente, y divina, como dice Oriente, porque ha sido instituida por Dios. San Benito la define Opus Dei, obra de Dios, a la que nada debe anteponerse.

Precisamente la función mediadora entre Dios y el hombre, propia del sumo sacerdocio de Cristo y ejercida en y con la liturgia por el sacerdote ministro de la Iglesia, atestigua que la liturgia desciende del cielo, como dice la liturgia bizantina basándose en la imagen del Apocalipsis. Es Dios quien la establece y, por lo tanto, indica cómo se debe “adorar en espíritu y en verdad”, es decir, en su Hijo Jesús y en el Espíritu Santo. Él tiene el derecho de ser adorado como Él quiere.

Sobre todo esto se necesita una profunda reflexión, ya que su olvido está en el origen de los abusos y de las profanaciones, ya muy bien descritas en la Instrucción Redemptionis Sacramentum de la Congregación para el Culto Divino. La recuperación del Ius divinum en la liturgia contribuye mucho a respetarla como algo sagrado, como prescribían las rúbricas; pero también las nuevas deben volver a ser seguidas con espíritu de devoción y obediencia por parte de los ministros sagrados para edificación de todos los fieles y para ayudar a muchos que buscan a Dios a encontrarlo vivo y verdadero en el culto divino de la Iglesia. Los obispos, los sacerdotes y los seminaristas deben volver a aprender y a realizar los sagrados ritos con tal espíritu y contribuirán así a la verdadera reforma querida por el Vaticano II y, sobre todo, a reavivar la fe que, como escribió el Santo Padre en la Carta a los Obispos del 10 de marzo de 2009, corre el riesgo de apagarse en muchas partes del mundo."

Ver original en italiano