viernes, 12 de marzo de 2010

"Dejad que los niños vengan a Mí"

Presento una nueva campaña: luchar para que los niños puedan aprender la Doctrina Cristiana.

En lugares se enseña sobre el uso de anti-conceptivos como una solución, pero para enseñar a los niños de Jesús, es una clase optativa, y donde se alcanza muy poco aprendizaje. Por eso, luchemos para que cada niño se instruya en la Santa Fe Católica, y si no hay posibilidad en el colegio, hágalo en casa.

Esta campaña, también quiere apelar a aquellos padres que no le enseñan nada del Señor a sus hijos, por un tema de "tolerancia". Pero, la responsabilidad de los padres no es dejar que los hijos elijan, sino mostrarles el camino. La familia es Iglesia Doméstica, y por lo tanto está llamada a ser Discípula y Misionera de Cristo. Además, anunciar a Jesucristo es un deber, como Él mismo lo señaló al despedirse. No confundamos los roles.

También apela a aquellos que quieren contaminar a la infancia con malos ideales: con la cultura del consumismo, de la muerte, de la destrucción de la familia y de la secularización.

El mejor regalo que le puede hacer a un niño, es el amor a Dios.

Aquí presento una lista de actividades, que pueden ser utilizadas para la formación cristiana de los niños:

-Rezar en familia, cada noche y a la hora del almuerzo, y leer algún pasaje de una Biblia Infantil. Ir a Misa, además del domingo, otra vez en la semana. Enseñarles cantos y poesías breves.

-Enseñar los pilares de la Doctrina Cristiana (el Credo, los 10 Mandamientos, los Sacramentos, la oración, los sacramentos y valores) de forma repetitiva y clara, utilizando ejemplos como fábulas o cuentos. Esto se puede hacer una o dos veces a la semana.

-Cada mes: Visitar un santuario y hacer una obra de caridad en familia. Renunciar a alguna actividad o alimento, que pueda hacer ocupar el dinero y el tiempo en obras de caridad.

-Tomar como patrono algún santo, y rezar su novena.

-Si son adolescentes sus hijos, le recomiendo que los haga reflexionar sobre su vida, los aconseje, y no sea ni tan entrometido en su vida, ni tan alejado. Enviarle vídeos cristianos por Internet (un medio utilizado por los jóvenes) y darle algún libro que le haga reflexionar.

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