lunes, 17 de mayo de 2010

Catequesis del Padre Nuestro: Sobre la palabra "Amén"

Finalizamos nuestra catequesis del Padre Nuestro, con este tema, sobre la palabra "Amén".

"La palabra amén ha sido interpretada y traducida diversamente. La versión griega de los Setenta la traduce: Hágase; Aquila: Fielmente; otros: Verdaderamente.

La cosa en sí no tiene demasiada importancia, con tal de que se retenga su genuino significado: que Dios responde afirmativamente a nuestros ruegos. Éste era el pensamiento de San Pablo cuando escribía: Pues todas cuan-tas promesas hay de Dios, son en El sí; y por Él decimos amén, para gloria de Dios en nosotros (2Co 1,20).

El saber que Dios escucha nuestras plegarias y está pronto a responderlas con su "sí" majestuoso, debe engendrar en nosotros una profunda atención cuando oramos, sin permitir que nuestra mente se pierda en vanas distracciones. La conciencia de tener ya con nosotros, misericordioso y bueno, al Dios que nos escucha, nos hará cantar con el profeta: Es Dios quien me defiende; es el Señor el sostén de mi vida (Ps 53,6).

Y nadie dudará que Dios se conmueve ante el nombre y plegaria de su Hijo Jesucristo, siempre escuchado-según San Pablo-por su reverencia al temor (He 5,7), y de quien es la gloría y el imperio por los siglas de los siglos (1P 4,11)." (El "Catecismo Romano" del Concilio de Trento 4a parte, Cap. XI, III)

Pero, no sólo es ese sí de Dios hacia nosotros, sino también el "sí" con que nosotros debemos responderle.

El Padre Nuestro es el resumen de todo el Evangelio, al que nosotros debemos responder afirmativamente. El Evangelio no es un conjunto de noes, sino el gran sí al Dios del amor.

Para cerrar esta catequesis, que estuvimos viendo los días martes, les propongo que recemos conla oración del Señor, pero concientes de lo que estamos pidiendo, y que lo tenemos que afirmar con nuestra vida: Pater noster, qui es in coelis...

Bendiciones.

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