miércoles, 18 de agosto de 2010

San Alberto Hurtado, ruega por nosotros

Quizás es mucho lo que podemos saber de este hombre, así que sólo me referiré a algunos aspectos de su vida.

¿Comunista?

No, señores. El Padre Alberto Hurtado no era comunista. Si nos damos cuenta, la justicia que él buscaba, estaba insipirada en el Señor, y no en un concepto de "todos recibimos por igual". Es más, el militó en el Partido Conservador durante su juventud, el cual defendía los idelaes de la Santa Iglesia. De un modo más concreto: el Padre Hurtado trataba de buscar cumplir el "Adveniat regnum tuum", por medio de la justicia y la caridad.

ÉL buscaba justicia social, no socialismo. Se ve claramente que él aceptalas diferencias entre unos y otros:

"Cada cual tiene una obligación social bien definida según sus condiciones personales, su cultura, su riqueza, su talento, pero para que se resuelva a actuar conforme a su misión es necesario que despierte previamente su sentido social."

Reconoce la religión, que el comunismo no tolera:

"Algunos no creen en la existencia de un sentido social y aun se burlan de su nombre. ¿No hay acaso sólo cinco sentidos? Fisiológicamente sí, pero psicológicamente, no. Hay un sentido cristiano que nos mueve a la santidad y nos pone en condiciones de percibir el error y descubrir la verdad en materias religiosas; hay un sentido moral que nos lleva a reaccionar espontáneamente ante el bien y ante el mal moral. Hay sentido artístico, sentido musical, sentido social..."

Busca la caridad en la justicia, y no la justicia en la igualdad:

"El sentido social es aquella cualidad que nos mueve a interesarnos por los demás, a ayudarlos en sus necesidades, a cuidar de los intereses comunes. Si ensayamos una definición más cabal, podemos decir que es aquella aptitud para percibir y ejecutar prontamente, como por instinto, en las situaciones concretas en que nos encontramos, aquello que sirve mejor al bien común."

Es más, en su libro "¿Es Chile un país católico?" el Santo muestra un rechazo hacia el comunismo:

"...más destructora que la guerra material es aún la guerra espiritual: el choque de ideologías. El Comunismo, mística religiosa de la materia, ateísmo absoluto, negación de todo valor espiritual, está dominando una inmensa región de Europa y desde allí, penetra en todos los países, incluso en el nuestro, como la más formidable Quinta Columna, destructor de todos los valores cristianos. En México y en España, mientras tuvo influencia en la vida pública, proscribió la religión, asesinó sacerdotes, incendió las iglesias, hizo atea la enseñanza. En México inició una campaña sistemiitica para pervertir las costumbres : la educación sexual más descarada fué introducida en todas las escuelas en forma horriblemente realista..."

Eucarístico

Quien escribe esta publicación, conoce a una persona, quien cuenta que fue acogida por San Alberto Hurtado, y que dentro de su medio de transporte llevaba el Santísimo Sacramento.

El Padre Hurtado antes de hacer las actividades sociales, les pedía a los niños y jóvenes que rezaran ante Jesús Eucarístico. Un sacerdote que conoció al santo-el Padre Mario Ruiz (Q.E.P.D.), contaba que una vez un joven no había adorado al Señor, y el Padre Hurtado le dijo: "Te pillé", y tuvo que hacer lo que no había hecho: conversar con el Dios con nosotros, que se ofrece bajo la humilde apariencia de la hostia, para luego compartir la alegría y la caridad cristiana que llevaba ese Apóstol de los pobres.

Frases del santo, como: "Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada." y " Comulgar es vivir en Jesús, y vivir de Jesús: como el sarmiento en la vid y de la vid. Jesús único principio y raíz de toda la vida: de la gracia, de la luz, de la fuerza, de la fecundidad, de la felicidad, del amor." demuestran su gran amor al Sacramento de la Caridad.

La respuesta al llamado de Dios: la vocación a la santidad y la vocación a la Misión

El Padre Hurtado, toca los corazones de aquellos que están llamados a formar a las personas: los padres, los profesores, los sacerdotes. Y lamentándose por la crisis vocacional dice:

"Cuántos Gañotes de corazón sincero, malos porque nadie les ha enseñado a ser buenos y muchos a ser malos, vuelven de nuevo al Padre apenas un corazón de apóstol se los muestra. Y en los arrabales de todas nuestras ciudades muchos Gañotes pobraente vestidos se agrupan ya junto a un sacerdote que les explica el Evangelio y les habla de Jesucristo, y nuestros rotitos están comenzando a conocer a Cristo, a amarlo, con un amor tan puro como el que le tiivieron Pedro y Juan. En muchos suburbios comienza a brotar una nueva mies de puro trigo. Lo que falta son operarios para tanta miés."

Hoy, San Alberto, protege a los jóvenes, a los niños, a los pobres, a los políticos y a todo el pueblo de Chile.

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